Cada una tiene sus pros y contras, la innovación o no innovación de los productos ofertados depende de los planes y la perspectiva de un emprendedor.
Emprender nunca deja de ser una tarea dificil que requiere constancia y trabajo duro. Cuando los procesos de planeación y ejecución siembran frutos y el proyecto emprendido se encuentra consolidado se necesitan las aptitudes necesarias para mantener a los clientes constantemente interesados en los productos y servicios que ofrece la empresa, pues al alcanzar el posicionamiento del negocio simultáneamente se crea un lazo de responsabilidad y compromiso con ésta y, por supuesto, con los mismos clientes.
Uno de los requerimientos principales durante el proceso de la planificación del proyecto es el desarrollo del producto: ¿Qué?, ¿Cómo?, ¿Para qué? y ¿Para quién?.
Es una realidad que desarrollar un producto suele ser el principal dolor de cabeza de muchos emprendedores, pues esta parte del trabajo requiere cautela y cuidado pues el mal desarrollo puede llevar al producto a fracasar. Dentro de este procedimiento se deben tomar en cuenta las etapas de un producto.
La etapa de vida de un producto suele ser constante y regularmente sigue la misma fórmula, a excepción de productos altamente posicionados en el mercado cuya demanda es enorme a comparación de diferentes productos que no obtienen el mismo consumo y su etapa de vida es menor o igual al resto.
¿Innovar es una de las claves del éxito? Se ha hablado durante muchos años que la innovación siempre es importante para lograr alcanzar el éxito, pero ¿qué tan verídico es esto? Depende de la perspectiva que tiene cada emprendedor sobre su producto y sus estrategias de venta. Por ejemplo: existen empresas que deciden vender productos existentes en el mercado que, por su alta demanda, optan por ofertar productos similares con una variación en la fórmula y con diferente branding. Otras empresas optan por crear un producto nuevo para así dejar de saturar el mercado y aperturar uno nuevo, siguiendo así la teoría de “El Océano Azul”.
En conclusión, la innovación constante de productos y servicios reduce el riesgo de implementar constantemente productos que se convierten en pasajeros con un tiempo de vida relativamente corto, aumenta la posibilidad de expandir su segmento de mercado para crear productos que se convierten totalmente útiles y necesarios en la vida del consumidor. El desarrollo de productos existentes en el mercado aumenta la posibilidad de generar ingresos en poco tiempo y obtener un buen posicionamiento en el mercado, pero reduce las posibilidades de expandir su línea de productos y su segmento de mercado.
Cada una tiene sus pros y contras, la innovación o no innovación de los productos ofertados depende de los planes y la perspectiva de un emprendedor.
-Alan David Zahuantitla Díaz.
